rabietas

Rabietas

Tranquilo, es normal que tu hijo tenga rabietas.

Imagina estar en el supermercado y que de repente tu hij@ empiece a llorar, patalear, se tire al suelo… porque quiere esa chocolatina que ha visto en el expositor, o en el parque porque no quiere irse a casa ¿te suena? ¿Qué papá o mamá no ha tenido que enfrentarse a alguna situación similar con su peque? Si has llegado hasta este post puede que sea porque estás experimentando en tu propia piel las rabietas de tu hij@ y, antes de profundizar más en el tema, hay algo que me gustaría decirte: TRANQUILO, ES NORMAL QUE TU HIJ@ TENGA RABIETAS.

Las rabietas no son solo una fase normal en el desarrollo de un niñ@, si no que son una parte fundamental del mismo.

Pero ¿qué es una rabieta? ¿cómo podríamos definirla? Una rabieta es la forma que tiene un niñ@ de expresar su enfado o disconformidad ante una situación que no es de su agrado. Suelen aparecer sobre los 2 años, ya que en esta edad la autonomía del niñ@ crece exponencialmente, es decir, quieren hacer las cosas por si mism@s y sin ayuda, pero esto no significa que no la necesiten y a esto hay que sumarle que el lenguaje se encuentra en pleno desarrollo por lo que empiezan a querer contarnos un montón de cosas que, en muchas ocasiones, no entendemos.

Estos factores producen que sobre esta edad aparezcan las primeras rabietas y con ellas el miedo de no saber cómo gestionarlas. Por debes saber que ese miedo es normal y que la etapa de las rabietas pasará. Hasta que esto suceda, aquí te dejo algunos consejos que pueden ser de ayuda:

  • Deja que tu hij@ descargue el torrente emocional. Recuerda que es un niñ@ y está aprendiendo a gestionar sus emociones. A nadie nos gusta que nos digan “no llores” cuando estamos tristes. Antes de intervenir, deja que se desahogue.
  • Gestiona en el momento, no esperes a llegar a casa, porque al llegar a casa probablemente tu hij@ se habrá olvidado del por qué de la rabieta.
  • Olvida “el qué dirán”. Siempre encontrarás a alguien dispuesto a opinar, pero recuerda que tu hij@ no es un maleducado ni tampoco un consentido, está aprendiendo y en ese momento te necesita.
  • Háblale en un lenguaje claro y adaptado a su edad. Agáchate y busca el contacto visual para dirigirte a él/ella.
  • Dale alternativas. Si la rabieta es porque quiere algo que en ese momento no puede tener ofrécele otras alternativas que puedan gustarle. Si es porque quiere algo, pero no entendemos qué quiere, enséñale otros modos de comunicarte lo que necesita (señalando, llevándote hasta aquello que quiere).
  • Y, sobretodo, respira hondo y ármate de paciencia. Es normal que cuando pongas estos consejos en práctica no funcionen a la primera, pero se constante y poco a poco verás los resultados. ¡Lo estás haciendo muy bien!

 

Y si te apetece saber un poco mas sobre rabietas, te aconsejo que te pases por nuestro momentos, Momento rabietas allí encontraras asesoramientos por profesionales que te ayudaran de una manera mas amplia.

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